El glaucoma es una enfermedad crónica que se produce por una muerte precoz de las células ganglionares de la retina, cuyos axones forman el nervio óptico y este empieza a quedar vació por su ausencia.
Comprende un conjunto de enfermedades que provocan un daño progresivo e irreversible del nervio óptico. Esta estructura es clave para la visión, ya que, a través de ella, las imágenes que capta la retina (convertidas en impulsos nerviosos) se transmiten al cerebro para que este las interprete y se genere la visión.
Como consecuencia, se produce una pérdida de funcionalidad y el campo visual del paciente va reduciéndose, si la enfermedad no se trata a tiempo.
¿Por qué se produce el glaucoma?
Factor de riesgo más común: hipertensión ocular
El principal factor de riesgo que puede desencadenar un glaucoma es la hipertensión ocular. Por lo general, esta condición ocurre porque, por diferentes causas, el humor acuoso (líquido que baña el interior del ojo) no drena correctamente y se acumula, ejerciendo una presión excesiva sobre el nervio óptico y causándole un “estrés” que no puede soportar.
Otros factores de riesgo
Sin embargo, hay personas con la presión intraocular elevada que no tienen glaucoma y pacientes con valores normales que, por el contrario, desarrollan la patología.
Hay que tener en cuenta que el glaucoma no es solo la consecuencia de un defecto mecánico, sino que se trata de una enfermedad multifactorial cuyo origen todavía es poco conocido. Se está investigando en este campo y se sospecha que los problemas vasculares pueden estar asociados a los casos de glaucoma con presión intraocular normal, ya que los vasos sanguíneos del interior del globo ocular son de los más finos del cuerpo y, por tanto, especialmente frágiles.
Factores hereditarios
Por otro lado, la predisposición genética es un factor de peso en determinados tipos de glaucoma.
¿Cuáles son sus síntomas?
El 50 % de pacientes con glaucoma, no sabe que lo padece. En la mayoría de casos, no provoca síntomas evidentes, como dolor o disminución brusca de la visión. Sus síntomas más frecuentes son los siguientes:
- Pérdida de la visión periférica o lateral del campo visual.
- En algunos casos, pérdida de visión central en las primeras fases de la enfermedad.
- Caídas, ya que el glaucoma multiplica por 4 el riesgo de padecer este tipo de accidentes.
- Ataques agudos de glaucoma, que a su vez producen ojos rojos, dolor intenso, visión borrosa y halos alrededor de las luces.
El glaucoma es una enfermedad que puede desarrollarse por un mal control de miopía, produciendo una miopía tan alta que derive en esta patología.
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